La Vida...

Todos tenemos problemas, pero ni aun en los períodos más tormentosos debemos vacilar. No hay sufrimiento o adversidad que no podamos superar. A la larga, nuestra victoria está garantizada. Si vemos las cosas desde este punto de vista, sería un despropósito dejarnos vencer por nuestros problemas, lamentarnos o preocuparnos en demasía por la realidad que enfrentamos. La clave está en accionar dentro del camino correcto, aprovechando al máximo nuestros recursos, nuestras potencialidades, nuestras fortalezas; con confianza, serenidad y suficiente consciencia sobre nosotros mismos.
En la vida se da una batalla contra las tribulaciones. Especialmente, cuando nos esforzamos por llevar adelante nuestra misión, es de esperar que debamos lidiar con enormes obstáculos. Cuando llega el momento preciso, ¿nos ponemos de pie ante los desafíos y luchamos por vencerlos, o retrocedemos? El ímpetu para superar y derribar toda dificultad surge del coraje, extraído, desde lo más recóndito de nuestro ser, la suprema valentía capaz de conducirnos a la victoria.